Salir de viaje, recorrer rutas y pueblos y volver con tranquilidad a casa luego de unos días de relax. Parece un buen plan, ¿no? Las vacaciones nos cargan de energía, nos ayudan a frenar y a juntar más fuerza para el año que se viene; pero, en algunos casos, todo eso se ve empañado cuando al regreso nos encontramos con multas. Aquel sueño, de repente, se convierte en pesadilla: hay que empezar a ver dónde fue, cuándo, bajo qué circunstancias, qué tan legal es... y, al fin y al cabo, en la mayoría de los casos terminás pagándola. Y el único recuerdo que queda del viaje es el dolor del bolsillo.

Seguro te ha pasado, o seguro te va a pasar. Los radares y las fotomultas están desperdigados a lo largo y a lo ancho de todo el país; algunos son muy visibles y otros son, como mínimo, sospechosos. Pero todos están y controlan el circular de los vehículos. En rutas nacionales hay cerca de 320 cámaras y radares autorizados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV); organismo que, en rigor, no controla ni regula el tránsito local. Es decir, radares y cámaras instaladas en rutas provinciales y/o calles municipales, corren por cuenta de sus respectivos gobiernos.

¿Real o falsa?

Si pasás el límite de velocidad, si violás una luz roja, si invadís una senda peatonal o si realizás alguna maniobra de cruce indebido, las cámaras pueden servir para multarte. Ahora bien, para saber si el instrumento utilizado es válido y cumple con todas las homologaciones correspondientes, podés verificar la vigencia del cinemómetro (radar) en argentina.gob.ar o comunicarte con el Juzgado de la ciudad o pueblo que labró el acta de infracción. Para funcionar (además de informar a la ANSV) regularmente este tipo de equipos necesitan ser homologados y calibrados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Además de contar con esa certificación, hay que verificar que los datos en el acta de infracción sean correctos. Una multa bien hecha -según informa la ANSV- tiene que tener los datos del municipio, la velocidad máxima permitida y la velocidad a la que circulaba el vehículo; debe estar firmado por la autoridad a cargo y deben enumerarse todos los datos de la cámara (marca, modelo, número de serie y número de disposición de la ANSV, entre otros).

Si vas a salir en los próximos días a la ruta, esta información te puede servir para ser precavido. Pero no hay que olvidar que el respeto por las normas de tránsito al volante es una ley suprema, y debe estar por encima del cuidado ante una posible multa. Te compartimos un resumen con sólo algunos de los puntos en los que hay equipos de control confirmados.

En el norte

Según la ANSV, en Tucumán no hay radares fijos y móviles autorizados para operar en rutas nacionales. Pero en rutas provinciales es otra cosa: sí hay cámaras de fotomultas en Lules en la zona que comprende desde la rotonda de ingreso (sobre la ruta 301) hacia la ruta 38 y también sobre la ruta 301 en La Reducción (a la misma altura de un semáforo, en la entrada al pueblo). Estos dos primeros -confirma a LA GACETA Andrés Romero, director de Tránsito de Lules- están debidamente aprobados para funcionar. También hay ubicada una cámara (en teoría homologada, pero no aparece en la web de la ANSV) en Banda del Río Salí y se han registrado informes de multas por una cámara sobre la ruta 157, en Simoca.

En Salta hay cuatro radares móviles que circulan por las rutas de jurisdicción nacional; y hay cuatro fijos en el municipio de Vaqueros, sobre ruta nacional 9 en los kilómetros desde 1.612 a 1.613,3. También hay dos más en el municipio de Colonia Santa Rosa, sobre la ruta 34.

En Santiago del Estero, en tanto, sólo hay registrada una, en la ruta nacional 43, a la altura de Pinto. Pero en la capital funciona (al igual que en muchas grandes ciudades del país) desde hace años el Sistema de Infracciones por Cámara Móvil (Sicam), con el que se procesan videos y se obtienen fotos de las infracciones, que son luego analizadas y procesadas por inspectores. También se ha registrado la presencia de cámaras en varios municipios, como Fernández. En las redes de LA GACETA, Matías Ignacio Robles indicó que hay uno identificado en la rotonda de la ciudad de Frías, “a la salida de la rotonda del Mástil, rumbo a Córdoba”, especificó.

Catamarca es uno de los lugares donde más multas se producen: la ciudad de Recreo es famosa por las infracciones que luego reciben sus visitantes. Hasta hace poco tiempo había instalado uno sobre Chumbicha, que fue quitado luego de varias denuncias por la ilegalidad del cinemómetro. En rigor, sobre la ruta 157 y sobre la ruta nacional 60, hay dos radares móviles. Hay dos más en Capayán, sobre la ruta 38.

Claudia, una lectora de LA GACETA, confesó en las redes de este medio que le tocó pagar una multa de $ 20.000. “Íbamos a 64 (km/h) y (la máxima) era de 60. Un verdadero robo”, expresó. Lo mismo le pasó a Gamaliel Barrionuevo, en Recreo. “La velocidad es de 60km/h, siempre paso a 40km/h por un tramo largo porque no indica dónde se puede levantar la velocidad. Me llegó una multa de 63 km/h”, comentó también en las redes del diario.

En la provincia de Córdoba hay 10 radares en rutas nacionales dentro del territorio provincial, pero además hay varios municipios que tienen dentro de su jurisdicción el uso de fotomultas.

Esto ha hecho que más de un turista desista de visitar (o pasar siquiera) la provincia para evitar el pago de las cuantiosas multas que allí se labran. “En avión es más barato, olvidate”, atinó a comentar Raúl Albornoz. Se han registrado infracciones en la ruta provincial 5 (a la altura de Los Rearte), en Córdoba capital, en Almafuerte, en las cercanías de Río Tercero, en Laboulaye y en General Pico, entre muchos otros municipios.

Y si estás pensando en ir a la Costa Atlántica este verano, vas a tener que manejar con cuidado: las autoridades nacionales y provinciales han dispuesto 74 radares y seis drones (del tamaño de un cuatriciclo) para controlar el tránsito y los excesos de velocidad.

Estarán dispuestos en la autovía 2, desde el kilómetro 41 hasta el 396 (es la que recorre la distancia desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta Mar del Plata); en la ruta 36, que une a La Plata con La Feliz, donde también hay dispuestos radares; y hay más sobre la ruta 11, que va a Villa Gesell, a Pinamar y Mar de Ajó. En la ruta 56, que conecta Pinamar con General Conesa y con San Clemente, también se montarán equipos dispuestos para multar.